DE ENCANTAMIENTOS

Hoy ignoraré a mis progenitores
que a veces tienen la habilidad
de desencantar a papanoel
y creeré en el milagroso frasquito
donde se guarda algodón,
wairurus, un poquito de coca
¡y se llena de wawitas!

Últimamente la vida me sorprende
y sin mayor esfuerzo
a cada paso La Paz se reinventa...
como cuando mi sobrinito
escucha el mismo cuento
y por décimaoctava vez
sigue quedando absorto con el mismo final